miércoles, 25 de enero de 2012

ESPAÑOLES EN EL TERCER REICH 3ª Parte



No solo en el ejercito de tierra, participaron españoles, tambien en el aire y en el mar estuvieron presentes nuestros voluntarios

En la Luftwaffe
El equivalente a la DEV en el arma aérea fueron las oficialmente denominadas Escuadrillas Expedicionarias, más conocidas como «Escuadrillas Azules», que se incorporaron a la Luftwaffe entre 1941 y 1943. Al tiempo que las autoridades españolas negociaban con las alemanas la compra de modernos aparatos y las patentes de otros, se organizó un contingente de pilotos españoles para participar en la campaña de Rusia que aprenderían las técnicas y tácticas de combate de los pilotos de caza de la Luftwaffe.
Siguiendo el ejemplo de la Legión Cóndor, se organizaría una escuadrilla que incluiría su escalón de tierra (unos 125 hombres) y cuyos componentes irían rotando tras un determinado periodo de servicio. La 1ª Escuadrilla se organizó al mismo tiempo que la DEV y se compuso de 17 veteranos pilotos de la Guerra Civil Española. Trasladados a Alemania, el 27 de julio iniciaron un curso de instrucción en la escuela de caza de Werneuchen y que se prolongó hasta finales de septiembre. Una vez lista fue equipada con Me 109E y adscrita a la Jagdgeschwader 27 como escuadrilla independiente (15/JG27). El 2 de octubre comenzó a operar en el frente de Moscú. Esta escuadrilla entabló 94 combates aéreos (de 460 misiones), obtuvo seis victorias y sufrió seis bajas (cinco muertos o desaparecidos). Regresó a principios de marzo de 1942, cuando marchaba a Werneuchen
la 2ª Escuadrilla.
Esta escuadrilla permaneció en instrucción hasta mediados de junio y entre sus 19 pilotos había menos veteranos de la Guerra Civil. Comenzó sus operaciones a finales de junio encuadrada en la Jagdgeschwader 51 Mölders también como independiente (15/JG51) y con base en Orel. Sus cifras fueron: 117 combates (de 1.312 misiones), 13 victorias y dos bajas.
Durante el año 1980-81. La 3ª Escuadrilla se comenzó a organizar en julio de 1942 en España y fue entrenada por los veteranos de la 1ª Escuadrilla antes de marchar a Francia, donde recibió un corto curso de instrucción de la Luftwaffe. La componían 20 pilotos, la mayoría inexpertos en la caza, que relevaron a la 2ª Escuadrilla en diciembre de 1942. Combatió en 112 ocasiones (de 1.716 misiones), obtuvo 62 victorias y sufrió seis bajas. Entre sus componentes estuvieron dos de los tres «ases» de las escuadrillas expedicionarias: Gonzalo Hevia (11 derribos) y José Ramón Gavilán (9 derribos). En estos mejores resultados tuvieron influencia dos hechos: a los tres meses de estar en Rusia la escuadrilla fue reequipada con FW 190A y la utilización de los radares que la Luftwaffe había comenzado a desplegar en este frente.
La 4ª Escuadrilla relevó a la anterior en julio de 1943, y como ella había recibido un entrenamiento básico en España y un cursillo breve en Francia. Sus datos fueron 277 combates (de 1.918 misiones), 74 victorias y diez bajas. En ella voló el segundo «as» español: Mariano Cuadra (10 derribos). La 5ª Escuadrilla partió de España en diciembre y relevó parcialmente a la 4ª Escuadrilla en febrero de 1944. Un mes más tarde, la unidad recibió la orden de repatriación al mismo tiempo que la LEV. En ese breve espacio de tiempo, sólo volaron dos terceras partes de sus pilotos que no consiguieron ninguna victoria y sufrieron una baja. Esta última escuadrilla voló Me 109G. La Luftwaffe concedía la calificación de experte a aquellos pilotos que derribaban a más de cinco aparatos enemigos. Así, mientras los pilotos alemanes que alcanzaron esta distinción fueron el 12% del total, la proporción entre los españoles de las escuadrillas expedicionarias alcanzó el 15%. Fueron, finalmente, estos pilotos españoles quienes desarrollaron la moderna arma de caza de la aviación española al aplicar las técnicas y tácticas que habían aprendido tras su experiencia con la Luftwaffe en el frente del Este.


En la Kriegsmarine La participación de marinos españoles en la Kriegsmarine obedeció a motivos diferentes de los voluntarios del Heer, de las Waffen-SS o de la Luftwaffe. En 1939 las autoridades españolas diseñaron un plan de rearme de la armada española que necesitaba de la ayuda alemana para poderse llevar a cabo. Al final, dicho plan se mostró inviable para un país pobre y devastado como la España de aquellos años pero en el verano de 1940, una comisión de la armada española viajó a Alemania con objeto de conseguir la tecnología necesaria para dicho programa de rearme. A cambio de suministro de minerales estratégicos como el tungsteno, el estaño, el aluminio o el cobre, Alemania ofreció los planos y patentes de submarinos, dragaminas y lanchas torpederas, y aceptó el envío de personal español para realizar cursos y prácticas en sus unidades de guerra.
Un primer grupo de marinos españoles llegó al mar Báltico en noviembre de 1942. Allí participó en diferentes misiones de guerra hasta enero de 1943, cuando fue trasladado a diversos centros y unidades de instrucción (entre ellas, el crucero Admiral Scheer). Regresó a España en marzo. El segundo grupo llegó al Báltico en abril de 1943 y participó en acciones similares a las de sus predecesores. Además, durante los meses de junio y julio de 1943 recibieron su adiestramiento en la base naval de Swinemünde las tripulaciones de seis lanchas torpederas Schnellboot S-38 cedidas a la armada española. El total de marinos españoles que pasaron por la Kriegsmarine fue de unos 134.


Por: Jose Miguel Navajas

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